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Los megapíxeles de la discordia: Canon EOS 50D


El anuncio de la nueva Canon EOS 50D con sus flamantes 15 megapíxeles está reavivando viejos debates sobre la relación entre resolución digital y calidad de imagen, y es que cuando hablamos de los megapíxeles de los sensores de las cámaras fotográficas digitales más no siempre significa mejor.

En principio un aumento del número de elementos fotosensibles equivale a aumentar el poder de resolución del sensor. Es decir, más megapíxeles significa distinguir detalles más pequeños. Esto es algo obviamente bueno, pero tiene un límite, marcado por la calidad de los elementos ópticos. Esto es, si el objetivo que le ponemos delante a la cámara no es lo suficientemente bueno, el gasto en un sensor de mayor resolución habrá sido inútil.

Por otro lado está el asunto de la calidad de imagen --relación señal/ruido y rango dinámico, que dependen del área de cada elemento fotosensible. En concreto, a mayor área, menor ruido y más rango dinámico. De modo que si no aumentamos el tamaño total del sensor, la intuición nos dice que aumentar el número de fotorreceptores significará que estos sean más pequeños y por tanto peores. Pero esto no acaba de ser cierto. En la práctica no todo el área de un sensor es fotosensible, una cierta parte es "ciega", ocupada por circuitería y demás o simplemente dejada vacía por razones económicas. Por este motivo durante una larga temporada el aumento de megapíxeles no se hacía sacrificando calidad de imagen. Es más, el progreso en la miniaturización y la arquitectura de los sensores está llegando al límite de minimizar al máximo el espacio entre elementos fotosensibles de modo que aún son posibles mejoras en resolución sin que disminuya la calidad de imagen.



Y aquí es donde entra en juego la nueva 50D. Una de las cosas que más me gustan de su sensor es que, según Canon, han reducido al mínimo el espacio entre las microlentes de los fotorreceptores. Es decir, la práctica totalidad del área del sensor es fotosensible, de modo que a partir de ahora aumentos en densidad de píxeles sólo serán posibles a cambio de sacrificar el área de cada uno (salvo que Canon se esté guardando algo en la manga). La carrera de megapíxeles sólo podrá continuar si se compensan via software las pérdidas en calidad de imagen.

Llegamos entonces a la pregunta de moda en los foros canonistas: ¿son los 15 Mp de la 50D demasiados ya? A falta de fotos, y sobre todo de cámaras con arquitectura de sensor equivalente, la respuesta es especulativa aunque no deja de ser interesante planteárselo. Está la cuestión de si los objetivos que hay en el mercado pueden resolver adecuadamente esta demanda, y el argumento innegable que con esta arquitectura una resolución menor significaría píxeles más "gordos" y por tanto una mejora en la calidad de imagen. Ambas cuestiones se entienden mejor si se comparan con un patrón: la película.

Las distintas películas tienen distintos poderes de resolución. (Aquí se ofrece una lista con los datos de unas cuantas.) Por ejemplo la mítica Velvia resuelve unas 160 líneas por milímetro, lo que dicen equivaldría a un sensor de 22 Mp en "full-frame" (según su descripción en la wikipedia), que vendría a ser la resolución de la Canon 1Ds Mk III. Si extrapolamos la densidad de píxeles de la 50D al tamaño de sensor de 35mm, se calcula que la futura 1Ds Mk IV podría tener alrededor de 38 Mp. Es decir, estaríamos logrando superar la resolución de la película.

En el diseño de los objetivos se puede estimar su poder de resolución y algunos superarían en teoría el poder de la película analógica pero tampoco mucho más, así que en principio estaríamos alcanzando ya el límite de lo que tiene sentido aumentar la resolución con las ópticas actuales. Es más, probablemente tanta resolución no nos supondrá una mejora inmediata en la calidad de imagen a no ser que tengamos unos buenísimos objetivos, lo que no suele ser el caso fuera del segmento profesional. Así que sí, probablemente una cámara con menor resolución y mayor tamaño de sensor producirá mejor calidad de imagen y sacrificará detalles que tan sólo podríamos distinguir ampliando mucho y usando la mejor de las ópticas posibles.

Por esto preveo una sucesora a la 5D con la misma resolución que la 1Ds Mk III pero con esta nueva arquitectura de microlentes (el equivalente real a una película en digital). Quizá no en la siguiente en salir por razones de mercado, pero ése es el límite al que un amateur podrá aspirar. Y la densidad de píxeles de la 50D se llevará a la gama profesional, que para ellos sí tiene sentido puesto que los objetivos que usan sí pueden sacarle partido.

¿Merece la pena la 50D? Pues a falta de otra mejor, sí, desde luego promete dar una mejor calidad de imagen que la 40D, aunque 12 Megapíxeles de mayor tamaño serían aún mejor recibidos.


Una polaroid al día, cada día, todos los días.


Anoche me fui a la cama con el sentimiento más, erm, reconfortante, que he sentido en mucho tiempo. Agridulce, sí, pero eso en mi estado normal ya significa una mejoría.
Anoche descubrí esta historia.

Esta mañana me he cabreado con el mundo.
Esta mañana he descubierto que la historia ha sido tratada de la manera más superficial posible por absolutamente todo el mundo. Digg, prensa, blogs de fotografía, flickr. Todo el mundo habla de ello. El sitio, por supuesto, está caído; esperemos se recupere pronto.


¿Fotografía de alto riesgo?


Lo conté en su día en flickr, pero en inglés. Quizá deba decirlo por aquí también, que tener un blog debería servirle a uno para algo, digo yo.

Últimamente tengo por costumbre salir a diario a hacer fotos por la tarde, entre las 6 y las 8, aprovechando la luz de poniente para jugar con los colores y las sombras. Hace una semana, el 16 de Abril, oí desde mi casa como alguien tocaba música en la plaza cercana. Era más pronto que de costumbre, así que me resistí a dejar lo que tenía entre manos sólo por eso. Pero que tocaran una canción de Michael Jackson con timbre de Monkey Island y acto seguido se explayaran con la melodía del Mario Bros, pues como que me decidió a que saliese a ver quién se atrevía a semejante audacia.

No eran ni las 5, pero cuando llegué ya estaban recogiendo. Bueno, al menos haré fotos de eso, pensé. Entonces caí en la cuenta de un cartelón azul, en danés, con el nombre y procedencia de la banda. Apunta, dispara, comprueba exposición, ajusta parámetros en modo manual para compensar, apunta de nuevo. Sorpréndete por el gesto airado del tipo que ves se te echa encima. Dispara, medio por instinto, medio decisión consciente previendo lo que se avecina:

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Resulta que la susodicha plaza es centro de reunión habitual de lo que en estos lares pasa por matoncillos de pueblo. Al amparo de los cofeeshops cercanos, se juntan fumaos con proveedores de otras cosas ilegales aun en este país. Y que, reconozcámoslo, es la única plaza medio decente que tiene este pueblo que es Leiden, así que como toda plaza de pueblo, atrae su ración de gente ociosa.

Vamos, que los cuatro bancos mal puestos que hay junto al puerto están perennemente ocupados por los pringaetes de siempre, así que ni me di cuenta de que estaban ahí, la verdad. Pero el grandullón del bull-dog sí que se dio cuenta de mi foto y alertó a los demás.

Así, sin comerlo ni beberlo, me veo rodeado por tres o cuatro matones haciéndose los duros (ya sabéis, hablándote a un palmo de la cara, metiéndote el pecho contra el tuyo, esas cosas que tanto intimidan a otros). Que por qué les había hecho una foto, me dice el de los rizos que tanto gesticula. Le contesto que yo no les he hecho ninguna foto. Enséñanoslas. No me da la gana. Que nos las enseñes o te rompo la cámara, interviene el rubiales del perrazo. Y como para hacerme creer que es capaz de ello, le arrea con un dedo un golpe a mi objetivo 28mm recién estrenado. Por ahí sí que no paso, me digo, y le suelto que si se le ocurre tocarme la cámara le parto la cara. ¿Qué has dicho? Se lo repito. Al tipo se le hincha la vena, se ve que no está acostumbrado a que la gente se le suba a las barbas, y empieza a insultarme. Me empuja, me incita a que le pegue, pero mantengo la sangre fría. Sé que si le pego es la excusa perfecta para que me arree una paliza. Mientras los otros empiezan a intervenir, como preocupados. Un chaval me dice "tío, no sabes con quién te la estás jugando, que este tío te mata". Por la actitud del resto del grupo deduzco que se trata del jefecillo de alguna banda local. Los tatuajes con el escudo de Leiden en el interior de su muñeca (puedo observarlo perfectamente cuando me agarra de las solapas de la chaqueta) parecen confirmar esa noción, así que procuro calmarme. Pero el otro no me deja y vuelve a la carga, insultándome, cogiéndome el sombrero y tirándomelo. Le digo que allá él, que como siga llamo a la policía. Parece enfurecerse más, me escupe a la cara, y se aleja acompañado por alguien; yo saco mi móvil, observo que le queda un átomo de batería y marco el 112.

El de los rizos ha ocupado el lugar del rubio, no se separa de mí y al verme con el móvil en la oreja me pregunta que a quién llamo. Justo entonces el móvil se me muere, pero hago como si no. A la puta policía, le informo, a lo que el muy gilipollas contesta que muy bien, que en ese caso no le queda más remedio que llevarse mi cámara. Y la agarra de la correa, que por una de estas cosas de la vida llevo al cuello, contrario a lo que suele ser mi costumbre. Acto reflejo, le agarro de la muñeca. Guardo el móvil y empiezo a forcejear. Que borre las fotos y desaparezca. Que sueltes la puta correa. Que hagas lo que te digo. Que te folle un pez. Logro abrirle el puño y soltar la correa y el tipo se me encabrona y me suelta un puñetazo en la cara. Que me empujen, pase. Que me escupan, pase. Que me intenten robar, pase. Pero que encima me arreen por defenderme, ya si que no, así que empiezo a hostiarle yo también. Otros dos colegas que quedan alrededor me agarran de los brazos, el otro me suelta algún otro golpe, una patada al tobillo, yo le pateo la cadera.

Por fin la gente de las abundantes mesas de las terrazas cercanas decide intervenir. Gritan que o me sueltan o llaman a la policía. Me cabrea que de hecho nadie haya llamado aún, pero vaya. Me vuelvo hacia ellos y les sugiero que en vez de amenazar usen sus móviles para llamar, cojones. No les convenzo. Los otros se van en desbandada, tengo que entrar en un bar para pedir que llamen a la policía. La camarera lo hace. Salgo de nuevo, no queda nadie. La boca me sabe a sangre, escupo y vuelvo adentro. La moza me dice que la policía va a buscarles y que cuando los localice vendrán al bar a tomar mi declaración, así que puedo tomarme algo mientras espero.

Una patrulla no tarda mucho en llegar. El poli habla conmigo, con la camarera y la gente de fuera, e informa por radio de la descripción de los cabritos estos. Me lleva al interior del coche patrulla, le enseño las fotos, reconoce al rubio, habla por la radio un rato. La gente no deja de mirar, claro está. Me jode pensar que el hecho de que sea yo el que está dentro del coche con los polis alrededor pueda hacerles pensar lo que no es, pero me importa un pimiento. Ya les tenemos localizados, me informa al poco. Los llevamos a la comisaría, ven conmigo para que te tomen la declaración. Vale.

Me toca esperar un rato, una agente me toma mi declaración, la descripción de los asaltantes. Otro policía me pide que le de las fotos. Coincide que están en RAW y son incapaces de leerlas en su ordenador, así que me toca enviarlas por mail en cuanto llego a casa, 3 horas después de haber salido. Los cargos son asalto, intento de robo y vejación. No creo que tenga que ir al juzgado a declarar (me preguntaron si estaba dispuesto pero me informaron de que no sería necesario) pero no me importaría.



Hasta aquí la historia. Si me hubiesen pedido por las buenas que no les hiciese fotos, lo habría respetado. Les habría explicado qué es lo que hago, que estoy en mi derecho de hacerles fotos si quiero pero que no tengo ningún problema en no hacerlo si les molesta, pero ellos empezaron con la intimidación. Reconozco que ponerme gallito fue una "irresponsabilidad", pero es que está en mis genes, sólo me he achantado en un par de ocasiones en mi vida y sólo porque salieron a relucir navajas de cierto pelo. También he de reconocer que me contuve porque llevaba la cámara encima y no hacía más que pensar en cuánto me costaría económicamente el que me la rompieran, así que procuraba más no soltarla que defenderme, lo cual es bueno, porque probablemente me habrían pegado una buena paliza si hubiese dejado aflorar mi ira antes. En fin. Una batallita más que contar.


Castellanismo


Sucede que hubo una época en que tuve muy claro que iba a estudiar Historia o Humanidades. La Historia, así con mayúscula, me encantaba. Y lo sigue haciendo. De hecho lo que me fascina de la Biología como ciencia es su carácter casi narrativo; no en vano se le llamaba Historia Natural.

También sucede que a la mayoría de la gente la Historia les aburre. Piensan que se trata sólo de fechas, listas de reyes, hechos sin importancia o relevancia actual. Nada más lejos de la realidad. De aquellos polvos vienen estos lodos y ya sabéis aquello de la condena a los pueblos que ignoran su historia.

Pues resulta que en aquella época preadolescente que os cuento sentía una fascinación total por la época de los Habsburgo. El imperio de los Austrias y tal. El caso es que me curré una monografía sobre la Revuelta de las Comunidades de Castilla, uno de los sucesos más relevantes a la hora de entender la historia española posterior y, sin embargo, profundamente ignorado por la vasta mayoría de la población.

Todo esto viene a cuento porque nunca he entendido la forma que adoptan los diversos nacionalismos separatistas españoles. Básicamente, la idea es asumir que España ES Castilla. Y no, eso no es.

Precisamente la identidad castellana fue la primera en ser apisonada. La expedición de Colón fue cosa Castellana porque los Aragoneses (léase Catalanes) no quisieron acoquinar. A la hora de la elección del glorioso Carlos como emperador, las cortes de todos los reinos se echaban para atrás y la financiación del costoso proceso vino casi por entero de Castilla. Y a cambio, nos deja de regente a un flamenco. Asi que sí, antes de que los catalanes o los vascos dijesen ni pío, antes de que Holanda se separase incluso, los primeros descontentos con la estructura nacional española y sus desigualdades regionales fue Castilla. Y más concretamente el pueblo castellano, que los nobles rápidamente se vendieron al emperador cuando éste les restauró los derechos que habían perdido con el intento centralizador de Isabel la Católica. Desde entonces Castilla ha sido fuente de dinero y de soldados para campañas europeas y americanas, la colonización de América provino fundamentalmente de gente castellana que en la península estaban poco más que explotados.

Así que cuando los holandesitos me vienen con que fueron conquistados por España les recuerdo que no, que fue Castilla la que fue sometida por un ejército a manos de nobles flamencos, que el primer rey de España nació en Gante, actual Bélgica. Y que, cuando a ellos les tocó el turno de apoyar las causas comunes, se negaron a pagar impuestos, su población se rebeló y sus nobles se dividieron, ellos tuvieron la suerte de contar con el apoyo de potencias extranjeras.

Lo mismo que puede aplicarse al caso catalán, dicho sea de paso. Con el agravante de que por su culpa la unión ibérica se fue al garete.

España es una nación artificial, fruto de uniones matrimoniales y conquistas a punta de espada y mosquete. Eso no lo duda nadie, pero lo mismo es aplicable al resto de países modernos. Un patrón emerge, sin embargo: las regiones componentes se muestran insolidarias con las demás, egoístas e incapaces de ver que el todo podría haber sido mucho más que la suma de sus partes. De haber estado a punto de lograr la Unión Europea en el siglo XVI pasamos a ver quién es la última rata en querer abandonar el barco. Y precisamente por eso me resulta irónico que, al final, resulta que los únicos que no quieren independizarse de España sean los herederos de los primeros que sí quisieron.

Solía estar orgulloso de ser español pero visto quiénes resultan ser mis compatriotas, más que orgullo siento vergüenza. Por eso, cuando me preguntan, digo que soy Castellano; madrileño por más señas. Y a mucha honra.

A ver si acabamos de una vez con la Europa de los países y construimos la Europa de los pueblos y las regiones, que son mucho más reales demográfica e históricamente hablando. Aunque si para construir España ya tenemos problemas compaginando los egoísmos de unas cuantas, me parece que lograrlo a escala europea es pura utopía.



Por qué ya no posteo por aquí




World Press Photo 2008


Tim Hetherington, UK for Vanity FairSí señores, ya ha pasado un añito desde que comentaramos el fallo del año pasado. La mejor fotografía de 2007 es esa que estáis viendo de Tim Hetherington. "This image shows the exhaustion of a man - and the exhaustion of a nation" dice el jurado. Yo digo que muy bonito. Un país (los USA, claro, no Afganistán que es donde está el soldado fatigado) cansado de la guerra, unos periodistas / jurados cansados de la guerra, un soldado cansado de la guerra. Vamos, que ha ganado por la agenda política de los que la han elegido, no por calidad intrínseca. Porque vamos a ver una cosa, la fotografía muestra un soldado aparentemente cansaete, no un país harto de leches fritas. Si no se me da el contexto podría incluso creer que es un recluta al acabar un entrenamiento. Sí, es muy buen retrato, si bien algo oscuro (lo que parece ser ayuda a crear sensación negativa), pero fotoperiodísticamente hablando, psché. Eso sí, forma parte de un set de 12 fotos que ha sido elegido como segundo premio en la categoría de historias en noticias generales, y muy bien elegido. Sin embargo el fotógrafo que ha ganado el primer premio en esa categoría, Balazs Gardi, tiene fotos mucho más impactantes, por no hablar de otras que creo tienen más relevancia como noticia (pienso en todas las que cubren el asesinato de Benazir Bhutto). En fin, que aquí tenéis la galería con todas las fotos ganadoras, para que juzguéis vosotros mismos.


Infinite Lifetime


Leica presenta en la PMA su nueva cámara. O no. Las Leicas son cosas muy personales, y la marca precisamente vive de esa imagen de durabilidad, así que no sería adecuado que una vez dado el paso al mundo digital además se subiesen a la carrera de sacar nuevo modelito cada año bisiesto. Así que lo que han hecho es un programa de fidelidad o algo así. Tu pagas 1200 dólares de nada y ellos cogen tu "vieja" M8 y te cambian el disparador para que sea más silencioso (¿?) y alguna cosilla cosmética más. Y si en el futuro hay nuevas mejoras, pues les vuelves a llamar y lo mismo. No tengo claro (cosas de no ir a Las Vegas) si la "oferta" cubriría cambios en el sensor o el procesador de imágenes, que, la verdad sea dicha, es lo que realmente importaría poder actualizar.

Y yo que estaba esperando la Leica M9...

(Vía Clipset)


PicLens y photophlow


A la gente le gusta usar internet para ver imágenes. Eso está más que demostrado. Así que no podían tardar mucho en desarrollar una herramienta como PicLens que permite al navegador mostrar fotografías de una manera realmente espectacular. Una vez instalada la extensión podremos navegar por los principales servidores de imágenes (Flickr, Photobucket, Yahoo! y Google Image Search, por citar los más conocidos) y lanzar el programa que cargará automáticamente todas las fotos disponibles y prepara la presentación, en mosaico (the wall) o slideshow. La experiencia es sinceramente inmejorable. Explorar el explore o los mejores grupos o usuarios de flickr se vuelve una auténtica gozada. Lástima que para repartir favoritos y comentarios haya que salir de la interfaz, pero cada foto viene con un discreto enlace que facilita las cosas.

Y ya que hablamos de nuevos interfaces y visualización de imágenes, estaba yo tardando mucho en comentar photophlow. De momento sólo parece dirigirse al uso de la API de flickr, pero supongo que el principio podría extenderse a otros sitios similares (si no les compran antes, que igual es su intención). Al entrar en photophlow (cuando te dejen, que de momento es por invitación, ya sabéis, vírico como gmail) uno da sus datos de flickr y entra en la antesala desde donde podrá acceder a las salas abiertas. ¿Pero qué es una sala? Pues una sala es eso, una sala... de chat. Pero con la peculiaridad de que se pueden ver y utilizar las fotos de flickr casi como en la propia web de flickr. Cada usuario y cada grupo tienen sus respectivas salas. Las posibilidades para interactuar con otros miembros de flickr son extraordinarias. Y el interfaz es muy 2.0, intuitivo y resultón. Vamos, lo ideal para tirarse horas muertas hablando de fotos con los amigos.


Nikon mete la pata


Nikon anuncia su novedad para el segmento aficionado, la D60, como se venía rumiando por todos lados. Aunque llamarla novedad es decir mucho, creo yo. Más bien parece una D80 metida en el cuerpo de una D40x. O una D40xx, vaya. Otros cuentan más detalles técnicos, así que no entraré a analizarlos, pero si esta es la apuesta para competir con Canon, la verdad es que la 450D es mucho mejor cámara y no me extrañaría nada que Canon recuperase el puesto de líder de ventas que Nikon consiguió arrebatarle en Japón.


Classics in Lego


Flickr es un gran invento. Vaya noticia estoy dando, ¿verdad? Pero no deja de ser cierto, y lo es por la gente que pulula por el lugar. Gente creativa. Cuesta encontrarles, pero cuando lo haces, no puedes mas que mirar asombrado. Por ejemplo, ¿quién podría contener una carcajada ante este set de Mike Stimpson (Balakov) hecho a base de reconstruir grandes clásicos de la fotografía a base de piezas de lego?

Behind the Gare Saint-Lazare
Cada foto enlaza al original así como a otra foto de cómo logró el
efecto. Piezas de lego, un objetivo macro, flashes y mucha, mucha
creatividad. Disfruten.


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